No caigamos en connotaciones erradas sobre lo que realmente es VIBRAR ALTO.

El alma tiene su propia frecuencia vibracional, frente a la cual el universo le responde. Está determinada no sólo por esta sino por todas las vidas que has vivido (miles). Comprenderás entonces que venimos a esta vida con MUCHA carga y bloqueos, por eso es tan importante (si tu alma así lo siente) de limpiar nuestro sistema energético para liberarnos de esos pesos o densidad energética que BAJA nuestro sistema vibracional e impide al universo responderte con oportunidades y experiencias abundantes que tú llamarías “de suerte” o “más positivas”.


La vida no castiga, no es difícil, no es de sacrificios, son experiencias que tu alma necesita vivir para evolucionar y cada experiencia que vives está relacionada a la vibración del alma.


¿Qué no es vibrar alto? Tener una actitud positiva excesiva frente a la vida, intentando ser “zen” o feliz 24/7. Esto es estar en un falso equilibrio, porque estás evitando los momentos sombríos que nos entregan aprendizajes necesarios para poder evolucionar. Tener una actitud positiva en la vida es muy importante, pero no es suficiente para vibrar alto.


¿Para qué vibrar alto? Porque cuando vibramos alto la vida se disfruta y se vive diferente, se experimenta gratitud, felicidad, bienestar y reconectas con tu alma a un nivel maravilloso y profundo. Es permitirte abrirte a nuevas oportunidades y experiencias.

Pilares que necesitamos para vibrar alto:

  • Limpiar tu sistema energético (tenemos energías de karmas residuales, aperturas a vidas pasadas, bichos o larvas energéticas, entidades, desencarnados, pulpos, ataques psíquicos, etc. Y esto sólo cierra puertas en nuestra vida).
  • Dejar de quejarnos: la queja materializa más motivos para quejarte en tu vida.
  • Dejar de criticar a los demás, cada alma tiene su aprendizaje, por favor no nos metamos con las decisiones del resto.
  • Dejar de participar en pelambres, cahuines o ver TV. Lo que más vende ha sido siempre lo que genera miedo u oportunidades de criticar a otros.
  • Practicar a diario el amor propio y autocuidado priorizándonos, sin dejar de lado la compasión por los demás, animales y naturaleza.
  • Hablar en gratitud. No existen las experiencias malas para el alma, son aprendizajes.
  • Actitud positiva, buscar el aprendizaje a cada experiencia y sacarle lo positivo, lo mejor.
  • Alimentación consciente.
  • Deporte, ejercicio, caminar, bailar.
  • Meditar o minutos de silencio donde reconectas con tu alma.