Los signos del hambre no siempre son sencillos. Quizás te preguntes si tu deseo de comer se debe al hambre física, a una respuesta emocional, al aburrimiento o a otra causa. La cultura de la dieta puede haber debilitado tu capacidad para reconocer los signos del hambre.

Respetar las señales de hambre y saciedad te pueden brindar claridad y situarte en el camino hacia la paz con la comida. El hacer dieta, aumenta los riesgos de desarrollar trastornos alimentarios, insatisfacción corporal y problemas psicológicos, como estrés, depresión y baja autoestima.

Es importante que comprendamos que el hambre y el apetito no son lo mismo:

El hambre es una necesidad fisiológica de nuestro organismo y, por lo tanto, cubrirla es vital e indispensable para aportar al cuerpo todos los nutrientes (hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas y minerales) que necesita. El hambre es tomar lo que tenemos a mano, no siempre lo que preferimos, lo que está en nuestro alrededor.

Por otro lado, el apetito está relacionado con el deseo de comer por placer. Son muchos los factores que pueden influir en esta conducta. Los olores, los sabores o incluso el aspecto de los alimentos que estimulan nuestra mente para despertar dicha necesidad, cuando en realidad, ya está cubierta. Algunos desencadenantes psicológicos como el aburrimiento, eventos emocionales o la presencia de alimentos altamente deseables llevan a tener el deseo de comer en ausencia de hambre física. El apetito es selectivo.

Las reacciones al estrés pueden aumentar el apetito y el hambre. Esta reacción puede deberse a respuestas hormonales y psicológicas al estrés. La hormona del estrés, el cortisol, puede conducir a una mayor sensación de hambre y deseo por los alimentos, principalmente aquellos con alto contenido de azúcar y grasa. Manejar el estrés es esencial para la salud en general. El estrés puede aumentar y disminuir el hambre y el apetito.

Señales de hambre:

Las señales del hambre física pueden diferir entre una persona y otra. Por ejemplo alguien que ha pasado mucho tiempo ignorando sus señales naturales de hambre con una dieta restrictiva, le será difícil identificar esas señales. Además, la reducción de calorías a largo plazo puede ralentizar el metabolismo, provocando hambre incluso cuando la persona ya ha regularizado sus ingestas.

¿Cuáles son las señales de hambre más comunes?
• Sentir nuestro estomago gruñendo
• Percibir nuestra energía baja
• Sentir dolor de cabeza
• Sensación de mareo
• Experimentar problemas para enfocarse
• Sentir inestabilidad

¿Cómo te puedes sintonizar con tu señales de hambre?
• Haz una pausa para preguntarte si sientes hambre física.
• Escanea tu cuerpo de pies a cabeza para determinar tu estado de ánimo y físico.
• Reduce la velocidad de tu alimentación para darle tiempo a tu cuerpo de sentir la saciedad.