La imagen corporal es la imagen mental que tenemos de nuestro cuerpo; cómo se ve y cómo percibimos que se ve. La autoestima es la verdadera opinión que tenemos de nosotros mismos, nuestra opinión “real”, es cómo te valoras y respetas como persona.

Es difícil sentirse bien consigo misma/o, si odiamos nuestro cuerpo. Y es difícil cuidar nuestro cuerpo si tenemos una mala opinión de nosotros mismos. Puede ser un círculo vicioso. La buena noticia es que podemos trabajar nuestra percepción de imagen corporal y el cómo nos sentimos con nosotros mismos.

Cuando tienes una imagen corporal saludable, te sientes cómoda con tu cuerpo y sabes cómo cuidarte. Si tu cuerpo está sano, eres capaz de escuchar lo que necesita. Reconoces las cualidades y fortalezas individuales que te hacen sentir bien contigo mismo más allá del peso, la apariencia y resistir la presión de luchar por el mito del cuerpo “perfecto” que ves en los anuncios y en los medios.

¿Cuales son las banderas rojas que me alertan de tener una imagen corporal negativa?

  • Te enfocas mayormente en tu peso y en los defectos que percibes en el tamaño y en la forma de tu cuerpo.
  • Te sueles sentir incómoda/o y acomplejada/o por tu cuerpo. 
  • Te notas mayormente desanimada/o, con sentimientos de vergüenza y culpa
  • Estás convencida/o de que para verte bien y ser feliz debes ser delgada/o.
  • Te cuesta verte a ti misma/o como atractiva/o, pero no te pasa lo mismo con los demás.
  • Tu mayor motivación para hacer actividad física y ejercitarte es perder peso o lograr un cuerpo que sea aceptado por los demás.
  • Evitas todo tipo de actividad que requiera mostrar tu cuerpo con poca ropa o muy ceñida.
  • Las actividades sociales últimamente te generan ansiedad y prefieres evitarlas.

¿Que se puede hacer al respecto?

  • Trata a tu cuerpo con respeto.
  • Mantén una alimentación balanceada, sin restringir o vetar algunos grupos de alimentos que son esenciales para nuestra nutrición.
  • Disfrute del ejercicio regular y moderado por el placer de sentir que tu cuerpo se mueve y se fortalece, no solo para perder peso, quemar calorías y controlar la grasa corporal.
  • Descansa lo suficiente: ¡todo funciona mejor cuando se duerme lo suficiente!
  • Resiste la presión de juzgarte a ti misma/o y a los demás en función del peso, la forma o el tamaño del cuerpo.
  • Respeta a las personas en función de sus cualidades, carácter y sus logros, no solo porque se vean delgados, bien formados o bien parecidos.
  • Vístete de una manera que te sientas bien, con ropa que te quede cómoda y te guste. 
  • Rodéate de amigos y familiares que reconozcan tu singularidad y te quieran tal como eres. Evita a las personas que te critican y que pasen muy pendientes de la apariencia. Cuando estamos rodeados de personas nos hacen sentir bien, es menos probable que basemos nuestra autoestima en un ideal de corporalidad que no existe.

Recuerda que en su diversidad, cada persona y cuerpo es único. La belleza, la salud y la fuerza la encontramos en todas las formas y tamaños. Tu apariencia física no te define como persona.