El día a día está lleno de estímulos que nos tienen focalizados en uno y mil escenarios a la vez. Creemos que nuestra atención es infinita, y la sobrecargamos sin medida ni consciencia, generando fisuras en nuestro sistema de atención que se colapsa y revienta. 

Nuestra mente anda a mil, y ya no sabemos qué hacer con tantas cosas que nos rondan en la cabeza. “siento que mi cerebro va a explotar”, es lo que muchos/as especialistas escuchamos a diario cuando se trata de definir el estado mental- emocional que aqueja hoy a la mayoría de nuestra sociedad. 

Y es que donde enfoco mi atención es donde finalmente terminaré estando, y cuando esta divaga de una a otra cosa, mi mente se pierde y no sabe que rumbo tomar.  Eso provoca indecisión, ansiedad, frustración, y un eterno sentimiento de peso sobre los hombros por que “nunca termino haciendo lo que debo. Estoy llena de pendientes “.  Y así diariamente y de manera lenta y pausada se instala el estrés, que en muchos casos termina haciendo estragos y formando un espiral o circulo vicioso de incompetencia- ansiedad-baja energía-baja acción-incompetencia – ansiedad. 

 y así la rueda da una y mil veces la vuelta, donde un alto porcentaje de consultantes (y no consultantes) ,desarrollan cuadros emocionales agudos que los deterioran y paralizan. 

Comprender que nuestra atención tiene tiempo de caducidad   es crucial, y que ordenar nuestros días de manera planificada y consistente nos permitirá desarrollar un sentimiento de control que impacta automáticamente en nuestro bienestar personal.  Esto baja los sistemas de alerta, donde el cortisol deja que secretarse por nuestro cuerpo, logrando finalmente transitar en estados de calma y paz mental. 

Elegir un sistema de manejo externo que lleve todas nuestras actividades diarias como calendarios de papel, calendarios digitales, Agendas, pizarras, es una buena forma de comenzar. Si tu mente ve desde un lente externo las tareas a realizar, generará un mecanismo de afrontamiento mucho mas ejecutivo, donde mirará, analizará y pensará   qué acciones gestionar para llevarlo a cabo y concretar. Es mucho mas fácil trabajar e impactar sobre lo que veo, que sobre lo que tengo en mi mente solo a nivel de pensamientos vagos y entremezclados. 

Ordenarnos desde el exterior permite ordenar nuestro mundo interior, reduciendo los niveles de estrés y malestar personal que nos impiden disfrutar de nuestra vida tanto personal como laboral. 

Organiza, planifica y enfoca!