En la actualidad, nos hacemos cada día más conscientes de la existencia de conflictos en todos los tipos de relaciones que entablamos y la relación con nuestra pareja no está exenta de ellos; más aún cuando los roles que cada persona experimenta en este tipo de interacción, se entrecruzan, dando pie a la falta de realismo y concreción de sentimientos, pensamientos y acciones, tendiendo a pensar y creer que el amor de pareja ES la respuesta a todo; sin considerar que en estos tiempos contamos con nuevas fuentes de conflicto, debido a las transformaciones que se han vivenciado en las estructuras familiares.

En nuestros días tenemos nuevas demandas emocionales, ya que vestimos de diversos roles a la pareja, hoy debe ser nuestro amigo, amante, compañero, etc., instalando la idea de integralidad en ese vínculo, lo que conlleva a exigencias y expectativas afectivas, sexuales y sociales, entre otras; situación que sobrecarga nuestras responsabilidades. 

Por lo anterior, uno de los conflictos más comunes en la relación de pareja se relaciona con los LIMITES, tendiendo a confundirnos entre la intimidad e independencia que cada miembro asume, sobrecargando aún más la demanda de felicidad y plenitud que ambos pretenden satisfacer en su relación, pero que ninguno logra, abriendo de esta forma la puerta al conflicto relacionado con la demanda más que con la pareja.

A.- Intimidad: Esta queja se asocia a la sensación de incomprensión por parte de la pareja, lo que puede resolverse al mejorar la comunicación. La idea es fomentar la expresión de las vulnerabilidades de cada uno, propiciando un ambiente de confianza y respeto mutuos.

B.- Control: Esta problemática se relaciona con la rigidez en los roles de la pareja, lo que puede generar sentimientos de inequidad e injusticia. Se relaciona con la toma de decisiones y control absoluto de los temas más relevantes de la relación, uno es el que toma las decisiones y el otro acata y sigue con el plan, o es uno el que protege y el otro sólo se deja proteger; ambas situaciones que generan desgaste en uno y minimización en el otro, perdiendo la motivación por el cambio de la dinámica relacional.

C.- Diferenciación: Este conflicto se relaciona con la separación de la familia de origen, la cual ha tomado un rol relevante en el desarrollo de las parejas actuales. En estos tiempos opinan los padres, tíos, hermanos, etc, asumiendo también que los abuelos cumplen un rol importante de cuidado de sus nietos, lo que dificulta aún más la diferenciación real de la familia extensa.

D.- Apego: Este tipo de conflicto se asocia al tipo de vínculo que internalizamos durante nuestra infancia, el cual nos da la base para nuestras relaciones actuales. Lo importante es que cada miembro de la pareja trabaje en sí mismo, los vacíos o marcas existentes que repercuten en su equilibrio emocional y expectativas de la relación, para de esta forma no utilizar la relación de pareja para la proyección de las inconsistencias de apego.

E.- Compromiso: A fin de no presentar problemas en la relación, es necesario definir qué tipo de compromiso adquiero con mi pareja, ya que se tiende a pensar que el amor comprendido de la manera tradicional es retrógrado y se rechaza; sin embargo, en un vínculo maduro se requiere de seguridad para entablar lazos de confianza y respeto mutuo.